La semana pasada estuvo movida en cuanto a redes.
Con KeepSmiling quedamos seleccionados para participar del programa ScaleUp de Endeavor y me hicieron esta entrevista que podés leer acá.
No soy de aplicar a programas/beneficios/incubadoras relacionadas a negocios pero accedimos a este porque Endeavor es distinto a todo.
Para los que no lo conocen, Endeavor es la meca de los emprendedores. Tiene un network espectacular, con mentores de primer nivel y gran exposición.
Recién está comenzando el programa así que seguramente comentaré más adelante como venimos.
Hoy vuelvo al plan original de hace un mes: Comprender los skills más importantes de un consultor de estrategia.
Ya le dedicamos varios artículos a la Data.
Si bien me quedó mucho por profundizar y muchas anotaciones en mi Evernote que no llegué a materializar en artículos, creo que le dimos un pantallazo bastante grande.
Lo que sigue es el pensamiento crítico.
Esa habilidad que permite solucionar los problemas más complejos.
Esa capacidad que permite desgranar los inconvenientes más grandes.
Esa técnica que permite analizar cualquier escenario como un experto, aunque no se tenga experiencia en el tema.
Hoy vamos a ver 4 pasos para abordar problemas como un consultor.
Breve definición
¿Alguna vez resolviste un problema, pero te diste cuenta de que creaste uno mayor?
¿Alguna vez pensaste que habías resuelto un problema, pero luego descubriste que sólo habías curado un síntoma y no habías solucionado la causa principal?
La razón por la que suceden estas cosas es porque no estás pensando de forma crítica.
El pensamiento crítico es tanto una mentalidad como la aplicación de algunas herramientas reales y sencillas.
Definiéndolo un poco, el pensamiento crítico es un proceso que ayuda a organizar conceptos, ideas y conocimientos.
Este tipo de pensamiento se utiliza para llegar de la forma más objetiva a la postura correcta que debería uno tener sobre un tema.
La evaluación de la realidad por medio del pensamiento crítico se puede realizar por diversos métodos como observación, experiencia, método científico, etcétera.
El pensamiento crítico nos permitirá abrir la mente, cambiar como personas y hacer que nuestro cerebro crezca.
Al mismo tiempo nos permitirá tomar las decisiones correctas y resolver problemas en situaciones que se consideren extremas.
Veamos los 4 pasos para abordar un problema de forma eficaz.
Paso 1: Definir bien el problema que se intenta solucionar
El primer paso para mejorar nuestro pensamiento crítico es definir bien el problema.
Algo que parece súper sencillo pero que en general se pasa por alto.
Muchas veces, enfrascados en la diaria, no tenemos bien claro que es lo que verdaderamente estamos tratando de resolver.
Obviamente esto aplica a problemas grandes, no a cosas cotidianas.
Tomarse el tiempo para reflexionar sobre qué es lo que estás tratando de alcanzar es fundamental. Te va a ahorrar mucho tiempo.
Si no conoces el destino, te vás a perder.
Tenés que saber cuál es el destino. ¿Cual es el éxito en la resolución de tu problema?
Sin un planteamiento del problema, vas a gastar muchas horas perdidas, trabajo desperdiciado y tendrás excesivas revisiones, porque tu recomendación no tendrá sentido, porque nadie sabe qué estás tratando de resolver.
Cuando se elabora un buen planteamiento del problema, éste se convierte en la carta de presentación de los esfuerzos de pensamiento crítico.
Explicará tus objetivos.
Establecerá los límites del espacio de resolución de problemas.
Definirá los criterios de éxito.
Los buenos consultores lo hacen todo el tiempo.
Si trabajaste alguna vez con alguno de ellos sabrás que muy frecuentemente están avisando su “horizonte de servicios”. Avisan hasta donde ellos llegan. Cual es su scope.
Setean expectativas muy de entrada, porque saben que no pueden resolver TODO.
Algunos consejos extra para plantear bien el problema:
Detallar las limitaciones a las que se va a enfrentar.
Articular sus supuestos
Detallar quiénes son las partes interesadas
Establecer los plazos a los que se va a enfrentar.
Paso 2: Dividir un problema grande en varios pequeños
El truco.
La clave.
El secreto
De un buen consultor es desgranar un problema grande y dividirlo en otros más pequeños que realmente puedas resolver.
Esto es lo más importante del artículo y de toda la metodología del pensamiento crítico.
Como poder descomponer un elefante en algo manipulable.
Algo que parece sencillo de hacer, pero lleva mucha metodología. Sobre todo cuando no tenés experiencia en el tema de análisis.
El tiempo que inviertas en pensar en los componentes del problema te reportará dividendos cuando veas las posibles soluciones, porque tendrás una mejor idea de qué recomendaciones y soluciones seguir y cómo esas soluciones te ayudan a resolver el problema mayor.
Para graficar esto, el típico ejemplo es cuando se analiza que los beneficios de una empresa disminuyeron.
Es un problema enorme que no podemos resolverlo por sí mismo. Por eso lo empezamos a dividir.
El primer análisis viene de que los ingresos disminuyeron o los costos aumentaron.
Pero siguen siendo problemas muy grandes que hay que intentar resolver.
Si desglosamos los ingresos llegamos a que los volúmenes o los precios han bajado,
Y en cuanto a los volúmenes, sigue siendo un gran problema. Podemos tener un problema menor de que los clientes actuales están comprando menos o estamos vendiendo menos a los clientes potenciales.
En cuanto a los costos, la razón por la que pueden aumentar es que los precios han subido o que estamos comprando más cosas.
Si los precios suben en cuanto a las cosas que compramos, puede ser porque los precios base han subido o porque tenemos menos descuentos.
Este es el típico análisis de árbol de decisión.
Vas desgranando cada componente en algo menor.
La clave es llegar a componentes más chicos, que sean más administrables y por ende de más fácil resolución.
Metodología MECE
La metodología por excelencia para hacer esto bien se llama MECE. Es el primer conocimiento que cualquier consultor junior aprende.
MECE es un método de agrupar información en elementos que son mutuamente excluyentes (ME) y colectivamente exhaustivos (CE).
El método MECE permite dividir el problema en grupos lógicos que pudieran ser analizados en forma sistémica y en tamaños perfectamente adecuados para las capacidades de resolución propias o del equipo de trabajo.
A menudo el principio MECE se focaliza en dos contextos:
Dividir un grupo de elementos de modo que el estándar en la división garantice el "sin repetición y sin faltantes".
Razonar los factores decisivos y los pasos en un problema para asegurar que “No se repitan y no falten elementos” en cada uno de los niveles jerárquicos de análisis.
Explicar bien MECE en texto me resulta un poco difícil, por eso sugiero ver este video.
Paso 3: Usar nuevos lentes para pensar críticamente
Una vez definido bien el problema y habiendo desgranado en partes manipulables el próximo paso consiste en pensar el problema desde otros puntos de vista.
Esto es sumamente útil cuando no se trabaja en equipo, este es muy limitado, o los perfiles son todos parecidos.
De nuevo es un ejercicio bien teórico, pero que sirve.
¿Podés cambiar el punto de vista?
¿Podés cambiar el contexto?
¿Podés cambiar la realidad?
¿Cómo se define el problema desde la perspectiva del director general, del management team, de los clientes, de los grupos adyacentes?
Todos ellos van a ver el problema de diferentes maneras, y lo definirán de forma distinta según su punto de vista.
El problema tendrá un aspecto muy diferente desde 100 kilómetros o desde 50 metros.
Al mirar el problema de nuevas maneras, vas a tener un sentido claro de la dirección en torno a cuál es el verdadero problema, de tal manera que puedes generar algunas soluciones innovadoras y perspicaces.
Para los que venimos del área de marketing este punto es más sencillo.
Es muy similar a salir y hablar con tus clientes. Cuanto mas diverso mejor.
Se trata de ver la película completa.
Dedicar este pensamiento crítico a mirar el problema desde diferentes ángulos y entender qué aspectos del mismo pueden cambiar puede ayudarte a descubrir esa gran solución que nunca habrías visto con tu limitado alcance.
Paso 4: Encontrar las causas fundamentales del problema
Lo último en lo que debés pensar cuando intentas definir tu problema es la causalidad.
¿Algunos elementos del problema que estás tratando de resolver se derivan de otros problemas u otros elementos relacionados?
¿Cómo se relaciona este problema con otras cuestiones de tu organización?
¿Cuál es la verdadera causa del problema?
No se trata de resolver los síntomas, se trata de resolver el problema correcto.
¿Solucionar esto significa realmente resolver un problema mucho más profundo o procedente?
Cuanto más se pueda llegar a la raíz, más eficaz vas a ser para prevenir futuros problemas en la organización.
Una vez que lo hayas resuelto y hayas formulado esa recomendación, piensa en las consecuencias futuras.
¿Hay que prever repercusiones en la organización, en los clientes, en la competencia?
Si haces este cambio, ¿cómo se comportarán los demás?
Trazar ese camino que dice, si hago esto, entonces podría pasar esto, va a ayudarte a predecir algunos de los resultados a los que podrías enfrentarte.
Y si esos resultados pueden ser malos, puede influir en el tipo de recomendación que se haga en primer lugar para poder evitar esos problemas en el futuro.
Comprender las causas y los efectos de la recomendación nos ayudará a resolver el problema real y a evitar consecuencias no deseadas.
Esto fue todo.
Hoy salió un poco teórico para mi gusto. Pero la temática es así.
Mucho de lo del articulo lo aprendí en este curso de Linkedin que te recomiendo que veas.
La semana que viene la seguimos con frameworks. Herramientas prácticas que usan los consultores para pensar más críticamente.
Gracias por leer EscalandoLatam
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Muy interesante Facundo! complemento con la metodología "The five whys" a la hora de resolver un problema. Metodología que sirve para encontrar el problema de raíz y no el síntoma superficial. Como dice Eric Ries en su libro "The Lean StartUp" es importante que no se transforme en "5 blames" donde todos los involucrados buscan culpables y la verdadera causa del problema se hace difícil de encontrar.